El blog de 道

Amor desinteresado

El amor tiene que ser desinteresado o no es amor.

La mayoría estaríamos de acuerdo con esta frase, pero entonces ¿amamos realmente? ¿no pedimos nada al otro?

Me encanta la gente que ama a los animales, quizá porque en ese amor (y en el que se tiene a un hijo pequeño) se demuestra el desinterés real.

Uno ama a su mascota sin esperar nada a cambio, como mucho que le corresponda, a veces ni eso. Es un amor puro.

Tu gato o perro o bebé no hace nada en casa, a menudo deshace, ensucia y rompe. No va a pagar la hipoteca a medias contigo, ni te ofrece sexo (en condiciones normales), o chistes, ni te hace la cena cuando llegas tarde (más bien espera que se la hagas). No te ofrece compromiso, ni seguridad, ni bienes materiales… sólo te corresponde con su amor (si hay suerte).

¿Te crees capaz de mantener una relación así con otra persona? ¿incluso con un familiar?

¿No? ¿por qué?

Porque creemos que el gato es así, que no puede ser de otra manera, tiene sus limitaciones. Lo amamos y nos da su amor, pero hay muchas cosas que no puede darnos aunque las necesitemos y por eso seguimos amándolo a pesar de que nos da tan poco (o tanto según se mire).

Pero nuestra pareja no, nuestra pareja HA DE SER DE OTRA MANERA. Si es poco simpática, echamos de menos los chistes, si no quiere compartir una hipoteca nos enfada su falta de compromiso, si no limpia criticamos su vagancia… Asumimos que puede ser de otra manera, que DEBE ser de otra manera, luchamos para que lo sea, nos peleamos y nos sentimos “ofendidos”, incluso a veces “engañados” pues asumimos que todo eso que queremos que él sea, no solo puede serlo, sino que si no lo és es porque NO QUIERE.

Y es por ello que acabamos buscando el amor en otra persona si podemos. Eso si no es un familiar que deberemos tener cerca el resto de nuestros dias y así lo acabaremos odiando porque no responde a lo que TU esperas que él sea.

Pero entonces, ¿dónde queda el amor? ¿no era desinteresado? ¿qué es todo ese pedir?

Igual que uno a veces debe renunciar a una mascota porque es imposible la convivencia con ella, no digo que debamos atarnos a alguien que nos maltrata o que no amamos.

Pero es parte de nuestra triste naturaleza egótica exigir mucho más a un amante o familiar que a un gato recogido de la calle.

El problema está en el ego, claro, como todos los problemas. Es una lucha de egos.

No aceptamos que nuestra pareja es como es. Tómalo o déjalo. Sé valiente. No vas a cambiarlo, si lo intentas quizá lo logres… a peor…

Acepta la realidad tal como es y podrás amarlo. Sea como pareja, como amigo o como simple conocido lejano, lo que seas capaz de aceptar en este momento, en tu estado actual de sabiduria.

Aceptar es la clave.

El dia que ames a tus seres queridos como a tu mascota, habrás encontrado el verdadero amor en tu vida.

El dia que ames TODO como a tu mascota, habrás llegado al final del camino.

Tan fácil o tan difícil.

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