Encuentro Barcelona Ene2014

Barcelona, del 2 al 8 de Enero de 2014 - Transcripción de los diálogos

Advaita
No-dualidad
106 páginas
Origen: https://datelobueno.com/
Francis Lucille

Primer diálogo, 2 de enero de 2014

Interlocutor: Francis, ¿podrías, por favor, hablarnos acerca del amor impersonal? Es una noción que me cuesta mucho comprender. Quizá sea un problema de definición porque me parece que cuando amo, siempre amo a alguien o a alguna cosa, quiere esto decir que siempre hay un lado personal que me parece ineludible.

Francis Lucille: Si hay alguien que ama a alguien o a algo, hay separación entre el uno y el/lo otro.

El amor es la ausencia de separación y el amor impersonal es la experiencia de la ausencia de separación, es la disolución de la separación, es la experiencia de nuestra realidad última, la cual es la sustancia de los objetos aparentemente separados.

Es un desconocimiento del amor verdadero concebirlo como algo entre dos seres separados y, justamente, el amor verdadero es el reconocimiento del Ser único. Ése es el amor impersonal que quiere decir que no hay dos personas, no hay dos objetos.

Es diferente al, supuestamente, llamado amor personal que parte de la ignorancia. Que parte de la creencia que somos una persona separada, un ser humano, un hombre, o una mujer, y que cree que nuestra felicidad última depende de otro objeto, de otra persona o de un acontecimiento.

Esto no quiere decir que el cuerpo y la mente humanos no tengan necesidades de relación, al mismo tiempo sobre el plano sexual para algunos de nosotros pero, sobre todo, en el plano social o psicológico.

Hay que establecer una distinción bien clara entre lo que es la satisfacción de una necesidad o el reconocimiento de una necesidad y el amor que es gratuito en el sentido de que no está condicionado por una necesidad.

El amor impersonal no proviene de la necesidad, proviene de la dicha, proviene de la autosuficiencia y comulga, en cierto sentido, con esta dicha, con esta alegría, pero la relación no es necesaria para él. En este sentido no proviene de la necesidad. El amor que proviene de la necesidad no es el amor.
En la satisfacción de una necesidad, cuando cesa esta necesidad, hacemos la experiencia de un momento sin necesidad, sin deseo; siendo el deseo el aspecto psicológico que se apega a la necesidad.

Una necesidad es una pulsión impersonal y el deseo es una persona, una entidad psicológica que se añade a la necesidad, sería la ignorancia que se superpone a la necesidad.