Lo Esencial

Advaita
No-dualidad
38 páginas
Origen: https://datelobueno.com/
Wayne Liquorman

Cuando en septiembre de 1987 conoció a Ramesh Balsekar —su primer y único guru —, Wayne Liquorman era, además de un buscador espiritual, padre de familia y dueño de una próspera empresa de exportación. Su proceso de búsqueda terminó en abril de 1989, cuando se produjo la Iluminación a través del mecanismo cuerpo-mente llamado Wayne. Wayne describe ese hecho como algo que sólo interesa a los buscadores.

Su primer libro —No Way: para los espiritualmente avanzados— se publicó en 1990 bajo el seudónimo de Ram Tzu, porque no quería que se le llenara el salón de su casa de buscadores con la moral por los suelos. De hecho, Wayne no empezó a hablar en público hasta que se lo pidió Ramesh, en 1996. Su segundo libro —La aceptación de lo que es—, publicado el año 2000, describe tanto el acontecimiento de su Iluminación como sus repercusiones. Wayne es también autor de No le des vueltas y editor de Habla la consciencia (Editorial Kairós) y de diversos libros de Ramesh Balsekar, que considera a Wayne su hijo espiritual.

La enseñanza que se manifiesta a través de Wayne es advaita puro que sólo él puede presentar de esa forma intransigente y, en ocasiones, cómica, desprovista de todo tipo de dogmas religiosos o retoques Nueva Era. Sus charlas no están preparadas: Wayne sólo responde a las preguntas que le plantean los buscadores. En ellas habla de la Conciencia, el fundamento de cualquier forma de existencia, la fuente y sustancia de todo y todos.

Tal y como lo expreso, en realidad este advaita no constituye un sistema filosófico porque no contiene principios, no es más que una colección de sugerencias y conceptos que, además, postula que ninguno de ellos es una verdad absoluta. Estas enseñanzas no consisten en transmitir la verdad sino en desmontar las limitaciones y los conceptos erróneos acerca de cómo son las cosas.

[del libro No le des vueltas]

El mensaje de Wayne es claro y sencillo. Aunque puede llegar a sugerir que se indague en profundidad en ciertas cuestiones, Wayne no ofrece curaciones, prácticas o milagros

para alcanzar la Iluminación sino que nos invita a que llevemos a sus charlas nuestras creencias más queridas y, si tenemos suerte, puede que al acabar la charla nos marchemos sin ellas.

[del libro La aceptación de lo que es]