Ramesh Balsekar

Advaita
No-dualidad

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Ramesh S. Balsekar (1917-2009) nació en Bombay, India. Aunque suele decirse que era una persona normal y corriente, estaba generosamente dotado de compasión, paciencia, humor y elocuencia. Ramesh no hacía milagros ni curaba enfermedades ni confería poderes especiales. No obstante, nadie podía definirlo como una persona mediocre. Durante sus años de estudiante, tanto en India como en la London School of Economics, Balsekar era de los mejores de clase, aunque nunca el que más destacaba. En sus actividades de ocio, que abarcaron el culturismo, los torneos de bádminton y el golf, demostró ser un gran deportista, aunque nunca por encima del resto. Sin embargo, cuando en 1940 comenzó su vida profesional como administrativo del Banco de India, el gran genio de Ramesh destacó notablemente. Pese a no ser una persona ambiciosa, ascendió gradualmente hasta ocupar el cargo de presidente, cargo que desempeñó hasta su jubilación, en 1977. Durante los diez años que presidió el Banco de India, la entidad experimentó su mayor crecimiento y alcanzó el mayor éxito de toda su historia.

Poco después de cumplir los sesenta años, la edad de jubilación obligatoria, Ramesh leyó un artículo sobre un guru que impartía la doctrina advaita en una zona deprimida de Bombay. Como ese tema siempre le había apasionado, fue a conocerlo y, nada más escucharlo, supo que ése sería su guru: se trataba de Nisargadatta Maharaj. Al cabo de tres o cuatro meses, Balsekar se convirtió en el intérprete de las charlas que Maharaj impartía cada mañana, y no tardó en experimentar la comprensión suprema.

Ex presidente de un banco, jugador de golf, casado y padre de familia… la descripción de Ramesh Balsekar no encaja con el estereotipo de guru indio. Tal vez por ese motivo, la mayoría de la gente que acudía a conocerlo era occidental. Su historia personal y su nivel cultural sumados a su enorme capacidad de comprensión lo convierten en un maestro ideal para establecer vías de comunicación entre oriente y occidente, entre lo espiritual y lo material.

Alcanzar la Iluminación no supone necesariamente disponer de una habilidad especial para transmitir la comprensión alcanzada; sin embargo, en Ramesh S. Balsekar esa habilidad destacaba por su profundidad. Aunque los diálogos de sus libros tan sólo transmiten una pequeña muestra de lo fascinante que resultaba su presencia, proporcionan al lector un anticipo de la energía que inundaba la sala cuando Ramesh comenzaba a hablar. Lo más extraordinario de Ramesh radica en lo cotidianos que resultan tanto él como su mensaje, especialmente sencillo a pesar de desarrollar teorías y nociones como, por ejemplo, sus conceptos de mente pensante y mente funcional.

Fuente: https://www.nodualidad.info/maestros/ramesh-balsekar.html