
Introducción
Nada sucede que no esté destinado a suceder; los supuestos individuos son meros personajes dentro de ese acontecimiento, cualquier acontecimiento. No hay nadie a quién darle reconocimiento por nada ni ninguna cosa por la cual se pueda tomar el crédito; de la misma manera, no existe la cuestión de la culpa o del fracaso. (LR 9)
Cada mes el discípulo mandaba religiosamente a su Maestro un informe que detallaba su progreso.
En el primer mes escribió: «Siento una expansión de la conciencia y experimento mi unidad con el universo». El Maestro echó una ojeada a la nota y la tiró al bote de basura.
Al mes siguiente, escribió: «Finalmente he descubierto que lo Divino está presente en todas las cosas». El Maestro pareció decepcionado.
El tercer mes las palabras entusiastas del discípulo exclamaron: «El misterio del Uno y de la multiplicidad ha sido revelado ante mi mirada de asombro» El Maestro sacudió su cabeza y volvió a tirar la carta al bote de basura.
La siguiente carta decía: «Nadie nace, nadie vive y nadie muere, porque el yo egoico no existe». El Maestro alzó sus manos al cielo en total desesperación.
Después de esto pasó un mes, luego dos, luego cinco, y finalmente un año entero sin recibir noticia. El Maestro decidió que era hora de recordarle al discípulo su deber de mantenerlo informado acerca de su progreso espiritual.
Entonces el discípulo respondió: « importa!».
Al leer esto, una mirada de gran satisfacción cruzó la cara del Maestro.
La extraordinaria enseñanza que ocurre a través de Ramesh es puro Advaita.
¿Por qué puro? Porque la totalidad de la enseñanza es inequívocamente un solo concepto: todo lo que hay es la Conciencia. Es no-dos, lo cual es el significado de a + dvaita. No es que exista la manifestación y todos sus objetos más la Conciencia, o sea cual fuese el nombre que le pongas a Aquello que es innombrable. Todo lo que hay es la Conciencia. No hay un ego que decida dedicarse a la búsqueda espiritual. Si éste fuera el caso, habría dos: Conciencia y ego. Sólo hay el Uno sin-segundo. Advaita puro. ¡Todo lo que hay es la Conciencia!
¿Por qué extraordinaria? Porque el Advaita nunca ha sido presentado exactamente de la forma como la enseñanza ocurre a través de Ramesh. Ramesh señala repetidas veces que lo que sea que él dice no es la Verdad: «Cualquier cosa que cualquier Sabio o cualquier escritura sagrada haya dicho jamás, es un concepto y por ende puede ser aceptado o negado». Su enseñanza es extraordinaria porque exhorta al buscador a no tratar de recordar lo que ha sido enseñado: «Dentro de cualquier esfuerzo por recordar está presente el ego. El ego está ausente únicamente cuando la comprensión trae consigo el recordar». Es extraordinaria porque dice: « el ego, ofrecer resistencia al ego sólo lo alimenta». Y es extraordinaria porque Ramesh comienza con bhakti, o devoción, y termina con jñana. O la comprensión última: »... aceptar que yo’ no soy nada, que yo’ soy meramente un objeto de la voluntad de Dios, no es básicamente otra cosa que devoción pura, o bhakti. Así que lo que yo digo comienza estrictamente con bhakti Hágase Tu voluntad». Finalmente, si se lee o escucha con decisión, entonces no habrá duda acerca de la enseñanza precisa que ocurre a través de Ramesh.
Se puede pasar por alto fácilmente la importancia de este último punto. Hazte la misma pregunta que les hace Ramesh en ocasiones a los buscadores que asisten al satsangs por vez primera: » es la comprensión ahora?». En otras palabras, como resultado de tanta búsqueda, ya sea a través de haber tenido maestros o de haber leído libros, ¿cuál es la comprensión exacta que tú. el lector u oyente, tienes en estos momentos? ¡Muy pocos lo pueden precisar!
Luego de asistir a cinco o seis satsangs te das cuenta de que la totalidad de la enseñanza que ocurre a través de Ramesh se plantea precisamente en siete palabras: todo lo que hay es la Conciencia. O, si lo prefieres, la Conciencia es todo lo que hay. ¡Eso es! Si el corazón intuye estas siete palabras total y espontáneamente, entonces el proceso de búsqueda ha terminado y el evento final ha sucedido. En caso de no ser así, más conceptos se entregan y la enseñanza se desenvuelve de manera simple.
¿Para «quién»? ese es el punto. La búsqueda de la enseñanza ocurre a través de «buscadores» que creen que «ellos» están buscando algo resueltamente. Para estos buscadores la enseñanza se desarrolla conceptualmente. En otras palabras, el concepto fundamental de «todo lo que hay es la Conciencia» es explicado de la única manera posible, con más conceptos.
El segundo concepto básico de la enseñanza es que no existe un «hacedor». Todo lo que sucede es el funcionamiento impersonal de la Conciencia, o la voluntad de Dios. A través de este concepto se sigue desarrollando la enseñanza.
La aparente manifestación es un reflejo que es Simultáneamente real e irreal de la Conciencia dentro de Sí misma Los seres humanos son organismos cuerpo-mente, objetos sin voluntad propia (sin libre albedrío). El ego es el sentido de ser el ente activo, el hacedor, no solamente la identificación con el «nombre y forma», y es creado por medio de la hipnosis Divina para que pueda suceder la vida tal cual la conocemos. La búsqueda espiritual puede ocurrir si es el destino del organismo cuerpo-mente y la voluntad de la Fuente. Si esta búsqueda ocurre, comienza con el ego y, si es el destino, termina con la aniquilación del ego. ¡Todo lo que hay es la Conciencia!
El concepto práctico de « importa!» fue cuádruple: el presentar claramente la enseñanza y la forma como ocurre a través de Ramesh, con un mínimo de interferencia y con un máximo aporte de su parte; el lograr esto utilizando citas de satsangs recientes y de obras anteriores de Ramesh; el hacerlo tan fácil de utilizar como fuera posible para el buscador-hay un glosario de conceptos y se especifican todas las citas de obras anteriores—; el lograr que la obra terminada fuera la mitad de larga que Consciousrtess Speaks o Your Head in The Tiger’s Mouth; y el lograr una lectura cuidadosa del manuscrito y la aprobación de parte de Ramesh. Al lograr estos puntos, toda la información estaría en un solo lugar, y seria fácilmente accesible, auténtica y portátil.